miércoles, 28 de mayo de 2014

De nuevo el periodo de exámenes a la vuelta de la esquina.

El último semestre está por terminar y una vez más los estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid nos encontramos en los albores del periodo de exámenes. Este periodo de exámenes, como casi cualquier tipo de actividad dentro del marco universitario, vuelve a reflejar la tendencia de privatización y caso omiso a los estudiantes desde la UCM, desde los evidentes recortes en servicios de bibliotecas, como el poco interés en amoldar los exámenes a los estudiantes y en especial a los estudiantes que se ven forzados a trabajar para poder pagarse las tremendas cifras a las que están ascendiendo nuestras matrículas.



La falta de reglamentación en los exámenes no es consecuencia de un mero despiste, si no de una organización de la educación alejada del interés de los propios estudiantes, a los cuales no se les ha preguntado en ningún momento sobre sus propios intereses y preferencias a la hora de establecer un calendario. Se priva además a muchos estudiantes de poder tener un acceso correcto y a su servicio a los diferentes medios educativos, limitando el uso de las bibliotecas, cerrando recursos, con una web de la universidad que funciona a duras penas cuando quiere por falta de mantenimiento y con unas instalaciones muy deficientes en muchos casos para poder desempeñar la práctica lectiva a la par que tenemos que depender de unos apuntes en muchos casos dados por cada profesor particular sin tener acceso a bancos de apuntes y otros medios alternativos al estudio. 



Desde la UCM y su rectorado se fomentan este tipo de recortes de servicios para los estudiantes con la excusa de la profunda deuda de la universidad, lo que refleja que para poder tener una educación al servicio de los estudiantes y de los trabajadores no es cuestión de la elección de un rector o otro, de un presidente de la comunidad o otro, de un gobierno o otro, si no de resolver el problema desde su estructura básica, resolver el problema desde los propios cimientos del modelo socioeconómico capitalista que inserta la educación dentro de un marco de beneficios e intereses empresariales, amoldándose a los intereses de los monopolios en cada momento. Ante una crisis de tal calado su propuesta es aislar al estudiantado de extracción obrera y popular de la educación, no permitirle participar en ninguna cuestión decisoria y reducir los servicios para aumentar sus beneficios.



Por todo ellos los Colectivos de Jóvenes Comunistas de Ciudad Universitaria volvemos a llamar a los estudiantes a continuar con la organización desde la base para luchar contra toda estas medidas, a clamar tan alto que nuestra voz tenga que ser escuchada, pero sobretodo a organizarse y luchar para superar este modelo educativo que condena a los estudiantes de las familias trabajadoras, que organiza la educación según los intereses empresariales; llamamos a la lucha revolucionaria contra el sistema capitalista para conquistar la educación pública, gratuita, al servicio del pueblo trabajador.

Un sistema educativo basado en las necesidades de los estudiantes de extracción obrera y popular es posible, bajo nuevos cánones educativos y sin meramente un examen a final de curso donde nos lo jugamos todo y que no refleja realmente lo aprendido.

" La educación comunista difiere radicalmente de la educación burguesa no sólo por lo que respecta a sus objetivos, lo cual se comprende sin necesidad de demostración, sino también por sus métodos. La educación comunista está indisolublemente ligada al desarrollo de la conciencia política y de la cultura en general y a la elevación del nivel intelectual de las masas. Este es el objetivo perseguido por todos los partidos Comunistas". Kalinin. " Acerca de la educación comunista" Abril de 1940.

 

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